Orar es mi fuente de energía

Un santo dijo que la oración es la respiración del alma, es vivir unido contigo, Dios, en el amor auténtico y no solo de palabras. La oración es mi fuente de energía y de paz, con ella las sombras no me persiguen y encuentro paz y alivio.

Por eso oro siempre, no sólo cuando todo se confabula contra mi y 

la atmósfera es irrespirable. Para hacerlo no siempre preciso de palabras ya que la oración es ante todo un ejercicio de amor

No consiste en hablar mucho o en pensar mucho, sino en amar mucho, en hacer todo por ti, mi Dios, contigo y para ti. Al orar pido lo que necesito y también doy gracias, alabo, adoro y bendigo. 

Mis mejores oraciones son las que van acompañadas de buenas acciones, amor y excelentes frutos. No oro para que tu, Dios mío, hagas lo que yo quiero, oro para hacer lo que tu quieres.