Dios, me das una fe de acero

Bendito Dios quiero ser comprometido y tener decisión porque una persona sin voluntad es una veleta, un ser frágil que termina dominado por los miedos, los vicios y por los demás.

 Alguien así sucumbe en las crisis, rehúye el esfuerzo, no tolera la frustración o acaba como un adicto. Por eso soy sabio si insisto en educar mi voluntad con disciplina y mucha dedicación.

Eso supone saber decir no a los demás y a mí mismo, fijar límites y

controlar los instintos. Padre celestial, mi voluntad es recia si la entreno con el autocontrol, me exijo, me pulo y cumplo mis compromisos,

Es una labor de escultura interna que me lleva a mejorar y acepto que otros me corrijan. La verdad es que aquel que me exige es quien me ama. Por eso, Dios amoroso, soy agradecido y destierro el inconformismo con una fe de acero y una esperanza inquebrantable.